Fue en su niñez cuando el Dr. Efrain Talamantes conoció el valor de la palabra humildad.
“Crecí en un ranchito en Jalisco, donde trabajaba en el campo. Eso me permitió conocer la vida. Comencé mi escuela ahí, en una clase donde había niños de todas las edades y grados. No me gustaba, pero también eso me conscientizó de las carencias con las que se vivía”, dice el Dr. Talamantes, Vicepresidente Sénior, Director Principal de Operaciones, Servicios de Salud de AltaMed Health Services.
Su abuelo tuvo la oportunidad de migrar a California bajo el Programa Bracero, lo que les dio la oportunidad a sus padres de buscar el mismo camino con el deseo de tener una mejor vida.
“Llegué siendo niño, seguí mis estudios aquí, inmediatamente me di cuenta de las diferencias, las oportunidades que había en las escuelas. Desde muy temprano siempre tuve la idea de aprovecharlas, ser un líder, contribuir para tener mejores servicios para la comunidad”, agrega Talamantes.
Y no solo lo vio, sino que lo vivió. Desde pequeño y ante la carencia de sus padres de no hablar inglés, tenía que servir como traductor cuando iban al doctor, además de ayudar en los trabajos que obtenían en su familia.
“Ayudaba en trabajos de jardinería, cuando cuidábamos casas. Cuando mis padres enfermaron y tenía que traducirles, me di cuenta de la injusticia que había con nuestra comunidad, con los migrantes que no tenían documentos. No existían tantos centros comunitarios como los que tenemos en AltaMed. Eso me ha ayudado a entender a mis pacientes, se parecen a mis familiares, a mis padres”, agrega.
A los siete años vivió una experiencia que le marcó su vida. Un tío al que quería mucho tuvo un bebé que murió, eso lo impactó, estimaba mucho a su tío y veía el dolor que esto le causaba. También entendió en ese tiempo la importancia del acceso a la salud.
“No se trata solamente de la salud por la salud, se trata de la exposición a la cultura, al lenguaje, entenderlos. Yo lo he entendido así, estuve expuesto a esas carencias, a esa cultura, a las barreras del lenguaje y ahora trato de que tengan un impacto en mi práctica y en los servicios que ofrecemos”, dice.
Sin embargo, fue hasta años más tarde cuando se decidió por el estudio de la medicina. “Estaba en el colegio, había pocos que hablaban español y me invitaron a una feria de salud para traducir. Fui con gusto. Cuando llegué vi más de cien personas que esperaban atención. Era como si estuviera con mi familia, eran como ellos, me recordaban a mi papá y mi mamá”, dice.
Ahí vio también las carencias que padecía su comunidad, en atención médica, cultura y lenguaje. Decidió ser un profesional que se enfocaría en la comunidad.
“Tenemos que entenderlos. Ahora, en mi posición como profesional, puedo entender a mi comunidad. Entiendo que con el programa de Medi-Cal a muchos se les hace muy complicado el proceso de registro, pero siempre insisto en que deben tomar ese primer paso, ser responsables de algo de tanto valor como la salud. La comunidad no debe sentir que es obligatorio, sino que son beneficios a los que tienen derecho en el estado”, agrega.
Para este doctor con orígenes en Jalisco, México, la comunidad debería ver esta oportunidad como una inversión. Si están saludables, tendrán una mejor calidad de vida y la posibilidad de vivir por muchos años más.
Muchas organizaciones y líderes comunitarios han mencionado que el registro toma hasta un día de trabajo de los inmigrantes y, muchos de ellos se quedan sin paga. Para otros, el llenado de documentos es muy difícil y eligen no hacerlo. Para Talamantes, el reto no es de un individuo, sino que debe ser un desafío para la comunidad.
“Debemos trabajar en grupo, ayudándonos unos a otros. No necesariamente tiene que ser un familiar, puede ser un amigo o vecino que ayude a los que buscan registrarse. Si actuamos como comunidad lograremos mejores cosas”, agrega.
Para este doctor, la meta de cualquier individuo debería ser evitar a cualquier costa llegar a una atención de emergencia al hospital.
“La medicina está muy avanzada. Si elegimos la medicina preventiva, nos permitirá combatir problemas típicos de nuestra comunidad, como la diabetes y la hipertensión. Si nuestra comunidad cuenta con este seguro, nos ayuda a nosotros para ayudarlos, ofrecerles el mejor tratamiento disponible. Los que no tienen acceso a un seguro reciben otro tipo de atención. Esto lo tenemos que tener muy claro, de ahí la importancia de acceder a Medi-Cal”, dice enfático Talamantes.
Otros de los señalamientos sobre los latinos que no se inscriben es el miedo a ser afectados migratoriamente y la vergüenza de recibir un beneficio médico siendo indocumentados.
“La comunidad debe saber que el acceso a la salud es un derecho que se han ganado, son gente productiva, pagan impuestos. Por eso, repito, en AltaMed buscamos dar la información y también ofrecer los cuidados de salud”, agrega.
Para Talamantes, los objetivos son claros. “Para poder mejorar la salud de nuestra comunidad hay que tener más gente, preocuparnos como comunidad por tener una mejor salud y no sentirnos avergonzados”, puntualiza.
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